¡Prepárate para desatar tu mejor versión mientras disfrutas del viaje hacia una vida más saludable y plena!
Transformar nuestra mentalidad y hábitos es fundamental para alcanzar nuestras metas de bienestar. Por eso hoy te compartiré CINCO ESTRATEGIAS PRÁCTICAS Y CONSEJOS INSPIRADORES para mantenerte enfocada en el propósito de iniciar una vida activa y comer de manera consciente sin que al hacerlo se incrementen los factores de ansiedad y estrés en tu vida.
Establecer metas realistas
Define objetivos alcanzables y a corto plazo en lugar de metas poco realistas. Esto te permitirá avanzar de manera progresiva y sentirte motivado en lugar de estresado por expectativas poco realistas. Ejemplo: Si hace mucho no haces ninguna actividad física o no cuidas lo que comes, no pretendas empezar con una rutina de 60 minutos de pesas libres más cardio y una dieta estricta. Comienza por hacer durante tres días de tu semana uno, 15 minutos de caminata a paso ágil, o sube 10 veces las escaleras de tu edificio, parque deportivo, o casa, o realiza una rutina de cuerpo completo sin equipos de 15 minutos de YouTube. En el caso de los alimentos elimina el azúcar y la leche del café, no acompañes ninguna comida con jugos ni refrescos o sodas, y toma más agua. Cumplirte con esas promesas en esos tres días te dará el impulso para seguir.
Crea una rutina saludable
Diseña una rutina diaria que incluye el tiempo para el ejercicio y la alimentación consciente. Establece horarios regulares para las comidas y el ejercicio, y prioriza tu bienestar físico mental en tu agenda diaria.
Aprende a ponerte como prioridad. Si el motor de tu carro se daña seguro vas al mecánico para que solucione la avería, si tu celular se rompe harías lo mismo, porque no puedes estar sin él. Pues quiero decirte que con tu cuerpo sucede igual. Pagar una clase de yoga, o comprarte unos tenis debe ser una prioridad si lo que está en juego es tu cuerpo y salud física y mental. Invertir en ello es invertir en calidad de vida.
Dejar de sentarse 3 horas a ver una serie y usar una hora de esas tres para preparar tus alimentos o para ejercitarte hace parte de diseñar una rutina que te priorice.
Practica la atención plena
Incorpora la atención plena o mindfulness en tus actividades diarias, incluyendo la comida y el ejercicio. Toma el tiempo para saborear cada bocado y disfrutar del movimiento de tu cuerpo, sin preocuparte por el futuro o el pasado. Evita ingerir tus alimentos en el mismo lugar donde estas trabajando o de manera automática. La atención plena implica que tu cerebro pueda registrar que efectivamente disfrutaste el alimento y lo saboreaste lo que manda una señal neurológica de saciedad y por ende no sentirás hambre tan rápidamente.
Variar tu actividad física
Evita el aburrimiento y el agotamiento al variar tu rutina de ejercicio. Prueba diferentes actividades físicas que te diviertan y te mantengan motivado, como caminar al aire libre, practicar yoga, bailar o nadar. No sólo te ejercitas si alzas pesas o vas al gimnasio, hay múltiples maneras de hacerlo divertido.
Cultiva una actitud positiva
Mantén una actitud positiva y compasiva contigo mismo durante tu viaje hacia una vida activa y consciente. Reconoce y celebra tus logros, incluso los pequeños, y no te castigues por los contratiempos. Recuerda que el progreso es gradual y que cada paso cuenta hacia una vida más saludable y feliz.
Besos vuelan,
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